jueves, 27 de diciembre de 2012

La fuerza de uno



Siempre pensé que soy parte de una sociedad donde la podredumbre nos impide ver la magia que se esconde por sus rincones. Pero estos últimos meses, y especialmente estos últimos días han sido eso, los días de la magia. Una magia teñida de azul por la fuerza y la energía de un grupo de grandísimas personas (desde el más pequeño al más veterano) que forman la familia de Siguiendo Tus Pasos. Una magia que nadie puede arrebatar por mucho que se lo proponga.

Siempre quise creer en la magia. En la magia transmitida por todos aquellos que crean, ilusionan, iluminan la vida de los demás, ponen estrellas en el pensamiento, hacen sentir los latidos del corazón, hacen que pase el tiempo en un abrir y cerrar de ojos.

Y siempre recordaré aquella noche del último sábado de julio, en el patio de la casa de Cervantes, donde alguien me ofreció la llave de esta familia y la oportunidad de hacer magia y transmitirla a los demás; llave que cogí sin preguntar ni tan siquiera qué cerradura abría. Y siempre recordaré la noche en la que el más loco de todos los locos, con su cabeza llena de pajaritos y otras miles de cosas, me abrió aquella puerta sin necesidad de llave alguna y me recibió como él sabe hacerlo, con los brazos abiertos.

Aún trato de asimilar todo: tanta amistad, tanta alegría, tanta ilusión, tanta emoción, tanto recuerdo, tanta magia, tanta locura… y tanta nostalgia ya…. Porque la huella que ha dejado esta experiencia en mi corazón y en el de mis hijos, va a quedar ahí para siempre.

El fin de Siguiendo Tus Pasos es muy sencillo: ayudar. Su lema “La fuerza de uno”, trata de hacer llegar a los espectadores y seguidores la capacidad que tiene uno mismo para hacer algo si uno se lo propone. Y para eso basta con creer y estar dispuesto a ofrecer a cambio de nada nuestras ganas, nuestras ideas, nuestro tiempo y nuestro esfuerzo. Pero lo que en realidad ocurre es que uno recibe mucho más de lo que esperaba o de lo que haya dado. Y lo mejor de todo es que le llega sin esperarlo.

Durante  todas estas semanas de preparación y ensayos, siempre hemos tenido tendidas muchas manos, para lo que hiciese falta. Hemos recibido desde el principio un gran acogimiento, y para nosotros, mi familia, la experiencia ha sido extraordinaria.

Pero hay cosas que, como se suele decir, no tienen precio, Y que a veces resultan difíciles de explicar o incluso de creer si uno no las vive. Cosas como cuando Blue Magic abría por primera vez el telón, ver las caras de ilusión y fantasía de todo el público de la sala contagiado desde el principio de esa magia azul. O el ver a tus pequeños que junto con el resto de niños disfrutaban igual o más que uno mismo transmitiendo esa energía desde el escenario. Verlos disfrutar al máximo de cada minuto, de cada momento, de cada compañía, … siendo niños. O tener ese momento de recuerdo de alguien que durante toda mi vida y hasta hace poco más de un año fue un pilar fundamental para mí, y sentir un escalofrío, como si mi dijera que allí estaba él. Y ver las caras de esos niños llegados de miles de kilómetros, el brillo de sus ojos y sus sonrisas, atrapados en este mundo mágico que hemos sido capaces de crear, niños con los que Siguiendo Tus Pasos se volcó con su primer proyecto, hace ahora dos años. Y la satisfacción de la misión cumplida. De haber completado el aforo en las cinco sesiones y sobre todo de haber hecho felices a esas familias, a esas personas, más de dos mil, contagiándoles esa misma magia azul, haciéndoles olvidar durante horas los difíciles momentos por los que están pasando muchos de ellos. Y leer, y leer comentarios o artículos, de compañeros, de amigos y de personas anónimas. Y emocionarme, porque quien me conoce, sabe que procuro no  exteriorizar mis sentimientos y quedármelos para mí, pero he vivido momentos en los que he tenido que suspirar una y otra vez, o secarme las lágrimas o en los que la propia emoción impedía que pudiera articular palabra.

Todo esto ha sido posible gracias a toda la familia de Siguiendo Tus Pasos.

Por eso quiero aprovechar y dejar plasmado mi agradecimiento, en primer lugar, a mi mujer por que en todo momento ha estado ahí, y a mis hijos por acompañarme en este viaje.

Y gracias a Jorge por ser quien me ofreció aquella llave, y por estar al otro lado del teléfono cada vez que he marcado su número o le enviado un mensaje.

Gracias a Manu, el “loco” artífice de todo esto. No sabes lo grande que eres, no solo como músico, sino como persona. La prueba es la cantidad de gente que te apreciamos y que te queremos, y que nos vamos subiendo a este barco en cada puerto. Gracias por tus horas de dedicación, tu paciencia, tus gritos, y sobre todo por saber transmitirnos ese mensaje de “La Fuerza de Uno”.

Gracias a María, una persona que ha hecho un grandísimo trabajo, y que siempre ha estado cuando he tenido que acudir en alguna ocasión a ella, sin perder en ningún momento su sonrisa.

Gracias a María (otra vez), Maria José, Lara, Sandra, Noelia y demás personas que hicisteis que mis pequeños se adaptaran desde el primer momento al ambiente fantástico de cada fin de semana. Y por ello gracias también a todos y cada uno de esos niños, “los mejores” como marcaba su grito de guerra. Eran los pequeños, pero a su vez han sido los más grandes.

Gracias (por riguroso orden alfabético) a Diego, Geni, Ignacio, Jorge, Miquel, Nacho, RubénSergio, compañeros de percusión. Porque ha sido un placer estar junto a vosotros, y porque he aprendido mucho de vosotros.

Gracias a Ignacio y a todos los que formabais la batucada, porque habéis conseguido que mi cuerpo se mueva y que haya disfrutado de ello, a pesar de las carreritas motivadas por el vestuario. Y gracias a Merce y a aquellas personas (perdonar por no poner vuestros nombres, pero sabéis quienes sois) que día tras día esperabais a en nuestro camino desde el escenario hasta la entrada del teatro para hacernos más fácil ese cambio de vestuario.

Gracias a los teclistas, a los guitarristas, a todos los músicos de viento que estabais en el ala izquierda de ese castillo que hemos compartido durante estos días. Gracias a los que habéis puesto vuestra voz, mayores y pequeñas, como solistas o como integrantes del coro. A Toni, por poner esos toques de humor, que siempre vienen muy bien, en los ensayos o en directo…  Gracias a ese pedazo cuerpo de baile. Gracias a Adán, ese pedazo presentador;  y a Lautaro, por aportar aún más ilusionismo a este mundo mágico; y a los karatecas.. Gracias a los dos grandísimos regidores, que han hecho que todo y todos estuvieran en su sitio.

Gracias a todos los que estaban detrás, producción, estilismo, maquillaje, peluquería, decorados..  Gracias a los técnicos de sonido, iluminación, al personal de fotografía…

Y gracias a todas las entidades, públicas y privadas, y todas aquellas personas colaboradores que no haya citado y a los que pido perdón por ello.

He nombrado a muy poquitos, pero sois TODOS (con mayúsculas)

Gracias a todos y cada uno de vosotros, porque con vuestro granito de arena habéis hecho posible nuestro mundo azul.  Porque he conocido a grandísimas personas. Porque habéis logrado que recargue mi espíritu de energía, de ilusión y de ganas para dar mucho más. Porque he aprendido mucho de todos vosotros.  Gracias por que habéis sido los culpables de que este año que dejamos acabe para mí de la mejor de las maneras posible, y por que sois los que habéis puesto la banda sonora estas Navidades en mi casa y en mi corazón.

Con muchos apenas he hablado, pero todos, absolutamente todos, aquí tenéis mi mano tendida, para siempre.

Esta vez creo que la marca que ha dejado “Blue Magic” ha colocado el listón muy, pero que muy alto, pero estoy seguro que a nuestro amigo Manu, algo se le ocurrirá para que sigamos ayudando a quien lo necesite, y que con ello sigamos disfrutando de momentos como los que hemos vivido.

Un fuerte abrazo a todos y que, en este próximo año al que daremos la bienvenida en unos días, nunca os falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar, algo nuevo que aprender, un lugar a donde ir, y a alguien a quien querer. Feliz año, familia de Siguiendo Tus Pasos.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Dónde están las palabras



Palabras. Eso es lo que le falta a este desván, un poco dado de lado en estas últimas semanas. Palabras que en este otoño lluvioso pasan por el pensamiento pero que no son capaces de salir por ninguno de estos dedos que ahora mismo escriben.


Palabras, esas que ayudan, que empujan, que alientan, que enjuician o que desahogan. Esas que producen sentimientos, que son bien recibidas en momentos difíciles y a las que uno no sabe recurrir cuando alguien realmente las necesita. Palabras que hacen reflexionar o incluso dañan, pero éstas, al fin y al cabo, siguen siendo nada más que eso: palabras.

Palabras, esas que en ocasiones son difíciles de decir, que se atrincheran en nuestro interior, y cuando ya es tarde, quedan pendientes de por vida,  provocan el arrepentimiento y hacen ver a uno mismo  que con un nada se podía haber dicho un todo. Pero ya es tarde.

Palabras, esas que se lleva el viento, o por el contrario, quedan escritas en un trozo de papel, o para siempre en un sitio de nuestro corazón.

Palabras, esas que salen de la voz de nuestros seres queridos. Esas, que en momentos se echan de menos. Esas que cuando nos llega el momento, se lleva uno consigo para siempre.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Panda de ineptos.

Algunos miembros y “miembras” de la casta política española, se siguen permitiendo el despecho de tomar al público respetable de esta sociedad, por verdaderos “gilipollas”.

Nadie es ajeno a la difícil situación económica, política y social con la que nos despertamos y nos acostamos cada día. Que no es nada nueva; que arrastramos desde algunos años atrás. Por tanto, responsabilidad en parte de políticos gobernantes de diferente color, diferentes administraciones, que lo han permitido por activa y por pasiva. 

Hace unos meses, casi ya un año, la sociedad de este estado democrático que a día de hoy sigue siendo España, habló en las urnas, y decidió por una amplia mayoría absoluta, cambiar el color de la representación parlamentaria. Esto, en democracia, gusta a unos, generalmente la mayoría, y no gusta a otros. Lo mismo, pero al revés, pasó en marzo del año 2004.

Quede que a nadie nos gusta que sigan aumentando las cifras del paro, que se congelen o bajen sueldos, que quiten derechos adquiridos, que suban el IVA, que se recorte en derechos sociales, sanidad, educación, etc… Quizás alguno que este leyendo esto ahora mismo, será “titular” inmerecido de una cifra de esas que engrosan la lista de desempleados, y seguro que todos tenemos algún familiar o amigo en esa misma lista.

Siempre que discutimos esto en mi círculo de amistades, sale la misma conclusión: que se bajen sus sueldos, se quiten sus privilegios, reduzcan cargos, etc… Vale, de acuerdo, pero siendo realistas, solamente con eso no sería suficiente. No es la primera vez que pasa y los ciudadanos tenemos que sucumbir a este tipo de recortes. ¿Qué otro camino hay? Ojalá lo supiera. En definitiva, que para ver por qué se ha llegado a esta situación, hay que mirar atrás, y quizás reconocer, aunque nos cueste, que en España se ha estado viviendo por encima de las posibilidades, empezando por el mismo ciudadano de a pie, hasta cualquier sociedad, o entidad pública o privada, beneficiándonos de ayudas y subvenciones de todo tipo, a cambio de nada. Todo a parte de la “bubuja” inmobiliaria. Pero todo cuenta. El asunto es que los que estaban al cargo de la gestión no reconocían, o no querían hacerlo, el rumbo que se estaba llevando. Y cuando lo hicieron ya era tarde y eran conscientes del batacazo electoral que se les avecinaba. Entonces ¿para qué mover ficha?. Pues sí. Obligados por quien sabe quien, de la noche a la mañana, congelación de pensiones, bajada de sueldos de funcionarios, subida del IVA (por que recuerdo que también subieron los tipos del 7 al 8 y del 16 al 18),.. todo ello, un conjunto de medidas para justificarse de cara a la galería (esa llamada Merkel) e intentar pasar de refilón ante sus administrados, la sociedad. ¿Para qué iban a hacer más, presumiendo la que se les avecinaba para el 20-N? 

Y así llegaron estos, con un programa electoral que para nada se parece a las medidas y reformas que están llevando a cabo. Con las que en mayor o menor medida salimos todos perjudicados, absolutamente todos. Para recoger manzanas, primero hay que sembrar el árbol, podarlo, fumigarlo, y en un tiempo, obtendremos fruto. Iluso de mi ¿verdad?. Pues sí, soy de los que pienso que hay que dar un tiempo, probablemente tres años para ver si empezamos a ver el fruto. Y si no hay fruto, ¡puerta!.

Y ahora sí, retomando el artículo primero de esta entrada, lo que no se concibe, que ciertos miembros y “miembras” del grupo parlamentario socialista, mayoritario en la oposición, incluido su máximo dirigente, corresponsable de la situación actual, por qué fue partícipe directo y en primera línea cuando era número DOS del anterior gobierno de la nación, se permitan el lujo de predecir y pregonar futuros resultados negativos de la actual política llevada a cabo por el gobierno actual. Ellos, que hacían oídos sordos a analistas económicos y a la realidad que se nos iba echando encima, que no hicieron absolutamente nada, que despilfarraron miles de millones de euros con justificaciones absurdas (veánse boletines oficiales de la época), que hicieron exactamente lo mismo que el actual partido gobernante, es decir incumplimiento de su programa electoral, aquel que en el 2004 hicieron desaparecer y rectificaron (que también lo incumplieron) porque ni en el mejor de los casos esperaban salir elegidos, recortes de derechos sociales (salvo para la población inmigrante “ilegal”), recortes de prestaciones y sueldos,… 

¿Pero es que ya no se acuerdan? O es eso, que ¿se piensan que nos toman por gilipollas?. Vergüenza les tenía que dar a más de alguno, pero claro, no la tienen.

Como diría un amigo mío: “ VAYANSE AL CARAJO”.

martes, 28 de agosto de 2012

Como cambia todo en unos minutos

Desolación, desánimo, impotencia, rabia,… y muchas cosas más. No paro de pensar que es lo que puede pasar por la cabeza de un desalmado para llegar a cometer tan salvaje barbarie. Sabedor de donde lo hacía, y del daño que con su acción iba a ocasionar. De terrorista se podría tratar a este o estos innombrables. 

Ya se han superado las treinta horas desde el momento en el que en la mañana de ayer, 27 de agosto, se iniciaba un incendio con tres focos simultáneos en diferentes puntos de la carretera que une las localidades de Robledo de Chavela y Valdemaqueda. Cuando el pueblo de Robledo, sus gentes, veraneantes  y forasteros, habían comenzado con las celebraciones del último día de sus fiestas patronales, el dedicado a los pequeños con la fiesta de la espuma, a los mozos y menos mozos y la tradicional becerrada local,  y la caldereta nocturna para pasar todos juntos en la plaza y sus aledaños los últimos momentos de estos días festivos. Un último día de fiestas que se ha visto borrado como tal del calendario. 


Tras asistir al encierro matinal y compartir con algunos amigos el que era el último almuerzo de las fiestas se empezaban a ver esas primeras columnas de humo, que nada bueno hacían presagiar.  En la zona del cementerio se agolpaba muchos vecinos, curiosos todos como yo, que se acercaron hasta allí para determinar la localización de esos focos y ver la magnitud que alcanzaba y, que a cada momento, iba siendo mayor propiciada por las rachas de viento. Todo se comentaba, y como todo, también se criticaba. Criticas que he de reconocer nada justas muchas de ellas. En cualquier catástrofe cualquier recurso material y humano siempre va a ser insuficiente. Pero lo cierto que desde el primer momento había por la zona dotaciones de tierra de bomberos y agentes forestales, así como tres helicópteros de extinción. A cada momento se iban sumando numerosos medios, y en apenas un par de horas se encontraban trabajando 9 helicópteros, 3 hidroaviones, y cada vez más medios de tierra tanto de extinción, como sanitarios y de seguridad. Y poco después personal de la, tristemente popular,  Unidad Militar de Emergencias.





Si bien mi presencia en el municipio se debía al disfrute de unos días de vacaciones, viendo el alcance que iba tomando el desastre al aproximarse a zonas urbanas, sin pensármelo decidí dotarme de los medios adecuados y unirme a la labor de los compañeros allí desplegados. Se vivieron momentos difíciles. No es fácil la evacuación de dos urbanizaciones y un tercer núcleo residencial con cientos de casas y chalets unifamiliares,  con más de dos mil habitantes ahora en la época estival. Alguno renegaba y se oponía a abandonar su casa y dejarla a la suerte de las llamas, con toda la voluntad de su parte de hacer frente con una simple manguera sin apenas caudal ni presión. Y se entiende. Alguna persona  enferma que del mismo modo, y con esa cabezonería de la que parece nos va dotando la edad, se negaba a abandonar. Pero la situación iba siendo más que complicada. La virulencia y la velocidad con la que se propagaban las llamas,  iniciándose uno tras otros focos aislados y separados  a decenas de metros, complicaba garantizar la seguridad en la zona. Y había que salir de allí. Afortunadamente poco a poco iban entrando todos ellos en razón. Al final más de dos mil evacuados de cinco urbanizaciones, incluidos los internos de dos residencias de mayores.


Por lo demás, las miradas puestas en el humo y en la dirección que éste iba tomando ayudado del viento. Y la cabeza puesta en el grandísimo hijo de …. que dio origen a este siniestro, buscando un por que sin obtener respuesta. Han pasado las horas, con una noche muy complicada también debido a la reactivación de dos frentes. Y ahora, por fin, cuando llega el ocaso del sol, nos llegan buenas noticias: el incendio ha sido estabilizado. En unos días conoceremos los resultados  devastadores  en cuanto a superficie quemada, propiedades afectadas o perdidas, daños, etc,… y veremos el paisaje sin humo, todo ennegrecido, y será cuando realmente nos demos cuenta de la realidad, que alguno todavía no hemos asumido.


He de decir que, en la Comunidad de Madrid, se ha vuelto a demostrar que cuando nos encontramos ante una de estas pruebas que nos pone la vida, todo vuelve a funcionar con un “todos a una”. Porque Robledo de Chavela, Valdemaqueda y Santa María de la Alameda, en esta ocasión éramos todos. Sin importar siglas o colores. Bueno, salvo para algún personajillo, que se ha dejado ver estos dos días por localidades cercanas como San Martin de Valdeiglesias o Galapagar, para hacer unas declaraciones oportunistas nada afortunadas. Sr. Gomez, si se hubiera pasado por cualquiera de estos municipios que también pertenecen a la región a la usted aspira a ser Presidente autonómico,  y hubiera visto la violencia con la que se extendían las llamas, seguramente se tendría que haber mordido la lengua. Además. Ciuando está por delante la mala voluntad de un desalmado y con las condiciones climatológicas adversas, en cuanto a temperatura y viento,  la lucha se torna difícil.

En su sitio, como siempre, los medios de emergencia. Bomberos que estando de huelga, decidieron en comité acudir a la zona voluntariamente, fuera de sus jornadas de trabajo. Personal de SUMMA y voluntariado de Cruz Roja y equipos de Protección Civil de diferentes municipios, incluso llegados de otras autonomías. Guardia Civil y Policías locales de distintos puntos de la Comunidad. Miembros de corporaciones locales, atendiendo con prontitud en todo momento cualquier requerimiento para el que eran llamados. Numeroso personal de los diferentes servicios (bomberos, médicos, servicios sociales, Guardia Civil,..), que encontrándose de vacaciones en estos municipios, nos unimos a nuestros compañeros para aportar nuestro granito de arena. Y muchas más personas, cientos de personas anónimas, que se acercaban  a diferentes puntos para colaborar en la extinción, o aportar alimentos al punto de evacuación, o simplemente mostrar su disposición para lo que hiciese falta.

Imagen: Ayto. de Robledo de Chavela

En el lado opuesto, el pirómano o pirómanos. El que con su acción estropeó a todos los vecinos su último día de fiesta. El que consiguió que dos millares de personas abandonaran sus casas. El que consiguió que por momentos, el pánico fuera un visitante más. El que consiguió hacer gris y negro todo lo que horas antes era de tonos verdes en una zona catalogada como especial de protección de aves. Y dicen de aplicar penas más duras. No. A tiparracos como este (o estos) que lo hacen siendo conscientes de todos sus movimientos, no. Es que ni la pena de muerte. En Robledo de Chavela, si ayer era un día festivo, también hay otros días festivos a lo largo del año. Por ejemplo, el Domingo de Resurección se celebra el Judas, en el que los quintos del pueblo levantan un largo tronco de madera con un muñeco y que posteriormente es apedreado. Al delincuente lo colgaba yo del palo. O las primeras horas de la entrada de cada año, en las que los quintos encienden su tradicional hoguera. Creo que lo digo todo: a la hoguera también con él. El daño que ha hecho, y el que ha podido hacer, porque gracias a Dios, no tenemos que contar ninguna víctima mortal. Vale que lo pienso en caliente, pero da igual. ¿Para qué un juicio justo? ¿Para que alegue enajenación mental, o cualquier otra escusa y con ello no llegue a entrar ni en prisión? Uno ya se empieza a cansar de los derechos y dereches. Solo hay que haber vivido estas últimas horas en el lugar o pasar ahora por allí, y ya me dirán.

Antes de acabar, reprochar el interés de algunos medios de comunicación por dar la última hora, sin contrastar noticias, alarmando con ello a la población, que ya bastante tiene. En estas horas se ha podido oir o leer que se había quemado un camping (que efectivamente había sido desalojado), que había al menos cuatro muertos, entre ellos un niño; se ha hablado de la detención de los autores, incluso alguno  ha hecho referencia al gran número de efectivos que se desplazaron a la zona por que el actual ministro de Justicia parece ser que tiene una finca en el lugar. Estos medios oportunistas, sin personal profesional en sus plantillas, deben aprender de otros y contrastar noticias, darlas desde el lugar o basadas en comunicados de servicios oficiales y no, sacarlas de comentarios de redes sociales o inventarlas porque la ocasión lo requiere. Deben dar solamente noticias verídicas, y hacerse responsables de todas sus palabras.

Por último insistir en el reconocimiento y agradecimiento  a todo el personal que ha estado ahí, a los servicios de Emergencia (a todos), a todos los que voluntaria y desinteresadamente han arrimado el hombro de una u otra manera. A la Fundación Solidaridad Carrefour, que a petición de Cruz Roja, ha destinado al lugar alimentos y productos de primera necesidad para las personas evacuadas. A la persona o personas (doy por hecho que de la corporación local) que tomaron la determinación de continuar con la elaboración de la caldereta de la última noche de fiestas y destinarla también a las personas evacuadas. A todos los vecinos anónimos que han estado ahí. A todos los que con resignación, pero con respeto, han estado facilitando todas estas labores. Y en general a todos los vecinos de ROBLEDO DE CHAVELA y resto de municipios afectados.

Y personalmente, dar las gracias a todos los que bien a través de redes sociales, sistemas de mensajería o llamadas telefónicas, se han interesado por la situación, en particular por la de mi familia, y me han mostrado en todo momento su total apoyo. Gracias.

Fotos: Imágenes obtenidas de Internet

martes, 21 de agosto de 2012

Un poquito de respeto, por favor

Cuando aun me faltan poco más de un par de años para pasar a la versión 4.0 de mi vida, más de la mitad de ella la llevo dedicada a lo que siempre quise hacer desde pequeño. Y eso verdaderamente es un lujo, del que según las estadísticas, podemos presumir un pequeño porcentaje de la población. Si en su día me alisté en este barco fue porque quería hacer realidad el deseo que siempre tuve desde niño, el deseo de servir a la sociedad, por ende a la Patria, a mi país (aunque en los tiempos en los que estamos esto pueda sonar algo cursi). Cogí esté primer barco, pero de haberlo perdido, les aseguro que hubiera hecho todo lo posible por intentar coger un segundo, un tercero, etc.. Y lo hice cuando aún no había cumplido la mayoría de edad. Desde entonces, tengo la firme convicción, he cumplido con lo que desde la sociedad se me ha exigido, en primera línea o en algún tiempo desde la retaguardia, y en muchas ocasiones hasta límites más allá de las obligaciones impuestas, a costa de detraer tiempo a lo que más quiero, mi familia. Y sí, soy funcionario.
 
De sobra por todos conocido son los recortes que está sufriendo el colectivo (cito reducción de sueldo, cancelación de aportes al plan de pensiones de la AGE, supresión del abono de la paga extra de Navidad, reducción de días de vacaciones y días de libre disposición, ampliación de jornada laboral no remunerada, etc,…) Y no voy a cuestionar ni a criticar esto, ni aquí, ni ahora, porque quien tiene que saber mi opinión personal al respecto ya la sabe. Pero me indigna, me revienta y  me repatea, que ciertos círculos de la sociedad, ciertas personas de las uno tiene por amigos, alguna persona del entorno familiar, se jacten y compartan, y a la vez hagan suyas, las palabras aquellas de cierta diputada –“que se jodan”-, y encima, que lo hagan a la cara y con desprecio.
 
Pues con todo el respeto y consideración, y consciente de que el momento económico actual es muy negativo para todos, a estas personas las insto a que al igual que ellos exigen solidaridad por parte de las administraciones hacia ellos, sean respetuosas con las personas de las que solamente se han acordado de ellos, en mejores tiempos, cuando han tenido algún problema, a las que han acudido y siempre, las veinticuatro horas del día durante los trescientos sesenta y cinco días del año, han sido atendidos por ellos, los funcionarios. Porque funcionarios no son los políticos; no solamente son los que ocupan puestos en diferentes administraciones con un horario más o menos cómodo, y que también son necesarios para que el motor de una entidad pública no se pare. Funcionarios también son todas las personas que se movilizan cuando llamamos al 112, al que todos, para nosotros o para terceros, hemos llamado en alguna ocasión, insisto, sea la hora que sea. Funcionarios son los sanitarios de los centros hospitalarios a los que acudimos, en casos de extrema gravedad, o por un simple catarro. Funcionarios son el personal de los servicios de extinción de incendios, a los que reclamamos su presencia cuando somos presa de las llamas, cuando una tormenta torrencial causa daños en nuestras propiedades, cuando detectamos un simple olor a gas, o cuando el gato se nos sube a un árbol o se mete en una alcantarilla. Funcionarios son los integrantes de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad, que son los primeros que llegan y nos alientan cuando sufrimos un accidente o somos víctimas de algún hecho violento, o con los que, a modo de confesores personales, nos desahogamos acudiendo a ellos,  buscando una solución para el caso más insólito. Sí: todos ellos también son funcionarios.

Todos ellos están ahí detrás del teléfono, a la vuelta de la esquina, sea la hora que sea, haga el tiempo que haga, sea el día que sea…. Llamen a un fontanero, a un cerrajero o a un electricista un 31 de diciembre porque sufren una avería en su casa. Con suerte, si aparece alguno, pero con mucha suerte, no quiero pensar lo que les puede llegar a costar, ya económicamente hablando; solo uno. Llamen a estos “servidores públicos”, a ver cuántos aparecen, cuanto tardan  y a ver cuánto les supone el servicio. 
 
¡Ah! Funcionarios también son el personal docente de los centros de enseñanza públicos, a los que encomendamos parte de la labor educativa de nuestros hijos, y a los que volvéis a aceptar ahora, de nuevo, porque no os podéis permitir el “lujo” de llevar a vuestros hijos a centros privados (yo nunca pude hacerlo). Sí, estos también lo son.
 
Ya, particularmente y en lo que a mí respecta, he dedicado a ello más del tiempo estipulado en las disposiciones vigentes en cada momento. He dedicado, aunque suene utópico, las veinticuatro horas del día. He tenido que dejar plantados en numerosas ocasiones a familiares y amigos, que en ocasiones no entendían el por qué. En este tiempo, he recogido cuerpos destrozados, he alentado a víctimas mal heridas, sin importar manchar con su sangre mi ropa. He presenciado muertes, alguna de ellas bastante desagradable, tal como llegaron testificar los propios forenses. He tenido que hacer de mensajero y dar noticias dolorosas que nadie quiere escuchar y recibir los primeros lamentos y primeras expresiones de dolor, por estar ahí, intentando ejercer de psicólogo, sin serlo, para que encontrara en mí ese puto de apoyo o desahogo. He detenido a todo tipo de delincuentes, violentos, enfermos, infecto-contagiosos,..  He vivido casos de violencia y maltrato entre seres queridos. He intervenido armas, drogas, quizás no las suficientes, porque también he visto los ojos húmedos impregnados de impotencia de un padre, cuando la droga se ha llevado a su hijo. He visto como cambió la cara de un niño y de alguna persona mayor, que estando perdidos vieron en mí el camino hacia sus seres queridos. He liberado a menores privados de su libertad. He rescatado personas, que obviando todo tipo de recomendaciones, salieron a la carretera y se vieron atrapadas por fuertes nevadas. He trabajado noches, fines de semana y festivos, vacaciones, navidad y noche vieja, pasando calor, o frio, con lluvia o con nieve. He perdido horas de sueño, he quedado sin comer,.. He dejado un abrigo o pagado un café cuando en algún momento alguien lo necesitó. He reído y he llorado. He perdido compañeros, víctimas de accidentes mientras se dedicaban a lo mismo que yo, víctimas de la temeridad, negligencia o imprudencia de algún desalmado, víctimas de la barbarie terrorista.
 
Todo esto y mucho más no va en el sueldo. Les aseguro que no está pagado, o bueno sí. La única recompensa es la satisfacción del deber cumplido, y muy de vez en cuando, escuchar de alguien la palabra GRACIAS, saliendo desde lo más profundo del corazón y con sus ojos humedecidos en lágrimas. Eso lo compensa todo.
 
Muchos por vocación, u otros porque en su día decidieron elegir este camino, a costa de mucha dedicación, superar unas difíciles oposiciones, y sacrificar su vida y la de su familia. Una puerta que nunca ha estado cerrada a nadie, a la que muchos no llamaban porque ya reconocían lo sacrificado y lo mal reconocidos que estaban estos trabajos, por que al igual que otros, son trabajos; una puerta a la que muchos han intentado acudir, siendo conscientes del cariz que estaba tomando la situación económica, o cuando han visto que faltaba esa miel que les estaba endulzando la vida.
 
No me niego, porque no puedo hacerlo, a asumir sacrificios y arrimar el hombro que “por imperativo legal” se nos exige desde las más altas instituciones gubernamentales. Pero no permito estas actitudes de despropósito y deslealtad de la gente que me conoce y ante todo a la que tenía por amigos. Evidentemente, no es un caso generalizado y son los que menos. 
 
Sé que tú, la persona que me has dado pie a escribir este artículo, no vas a leerlo por este medio, pero me voy a asegurar de que te llegue, y ya en la calma de tu hogar, lo leas tranquilamente y recapacites un poquito. Y tiene que ser así, porque hace unos días, cuando salió este tema en una de nuestras conversaciones, era tal tu ira, que no cabía posibilidad ninguna de debate o réplica. 
 
A esta, y a todas las personas que piensan de la misma manera, les pido, ante todo respeto, y después que tengan mis palabras presentes cuando acudan a solicitar los servicios, sean del tipo que sean, de cualquier funcionario. 
 
Estas son mis palabras.

jueves, 16 de agosto de 2012

Solo falta la guinda

Hoy, de regreso a casa, venía pensando que hacía tiempo que no escribía por aquí. Ciertamente no me apetece mucho, pero he decidido hacerlo para aplaudir las acciones de una infinidad de gente que están condicionando mi sociedad. Esta sociedad en la que vivimos y que para ser ya del todo perfecta, solamente le falta la guinda del pastel. Por eso:

APLAUSO para todos los directivos de entidades bancarias y financieras, que han sabido aprovecharse de unas circunstancias un tanto especiales para asegurarse unos ingresos quizás algo abusivos.

APLAUSO para aquellos empresarios de la construcción, porque en un breve espacio de tiempo, consiguieron junto con los anteriores llevar el tema económico-inmobiliario hasta su más alto nivel de beneficios para ellos, claro.

APLAUSO para el gobierno de turno, que permitió lo anterior. Y que siguiendo las pautas de decenas de asesores, sabios todos ellos, invirtieron los fondos de las arcas del estado en subvenciones por y para todo el mundo (que detalle el invertir en la educación contextualizada de los pueblos indígenas Aimara y Urus, en el estudio de la reproducción del mosquito "pesuitus" –o algo parecido-  de no sé qué país, y miles  de interesantes proyectos repartidos por todo el mundo). Otro APLAUSO más por su política  social y anti-terrorista, rejuveneciendo con ello a la sociedad española, al volvernos a años atrás.

APLAUSO conjunto para el anterior gobierno y a las instituciones implicadas (no judiciales) en permitir el regreso de ETA a las instituciones y dotarle de derechos y los privilegios que ello conlleva (autofinanciación de manera legal a costa de las arcas estatales)

APLAUSO a los responsables de entidades autonómicas y locales por invertir millones de euros en obras faraónicas de especial interés todas ellas necesarias, llegando a invertir en muchos casos el doble o triple de la cantidad presupuestada inicial, todo ello por el bien y el futuro de la infraestructura

APLAUSO para los sindicatos, que nunca vieron como problema la presencia de la tasa de paro superior a cuatro millones de parados, que se han embolsado cantidades milenarias de dinero en concepto de subvenciones y nunca han destinado un solo céntimo al necesitado. APLAUSO por que han sabido movilizarse cuando ha sido necesario, es decir cuando faltaba esa mano que les daba de comer.

APLAUSO para la cantidad de organizaciones que con ánimo de lucro, han sabido vivir sin dar un palo al agua, a costa de esas subvenciones destinadas a proyectos que nunca han visto la luz. Este aplauso también va para los sindicatos.

APLAUSO a aquellos que tomaron como suyo el llamado movimiento 15-M, que permitieron su manipulación por parte de otros movimientos, partidos políticos o sindicatos, y para todos los movimientos que surgieron a raíz de éste, como la Primavera Valenciana, por que ellos saben sus derechos, conocen que mejor que nadie la legislación, y no quieren oír hablar de obligaciones y valores.

APLAUSO para cierto politicucho Alcalde-Presidente del ayuntamiento de cierta localidad sevillana y diputado por IU en la Junta de Andalucía, por que solo él sabe movilizar a las masas, inducirlas a la comisión de faltas y delitos y pasearse con la impunidad más absoluta por cualquier rincón de su Andalucía (de momento) cual emperador triunfal.

APLAUSO al más de dos centenares de terroristas de nuestras cárceles, por su solidaridad. Solidaridad con un compañero que está viviendo  la consumición de su vida. Igual que hizo hace unos años con un civil. Y ANIMOS para lograr su objetivo de continuar con la huelga de hambre hasta el final, porque de este modo van a cumplir los deseos de cientos de miles de ciudadanos, porque de llegar a término, gracias a ellos se va disponer de plazas en prisiones para meter a más malos (lo malo es que creo que no van a tener el valor suficiente, para que me entiendan, huevos,  que dicen tener para otras cosas.) 

APLAUSO para todos esos incendiarios que están quemando cada rincón de nuestro país, contribuyendo con ello a la limpieza de nuestros bosques y poniendo a prueba a todos los medios de extinción, llegando en algunos casos a superarles. 

APLAUSO a toda esa parte de la sociedad, jóvenes y menos jóvenes,  que no sabe de civismo, de educación, de valores, de historia,… Porque ellos viven felices en la ignorancia, y viven en su propio mundo.


Y APLAUSOS en general a todos los citados porque con sus conductas, acciones, actitudes u omisiones, y con total libertinaje han venido engrosando una serie más que suficiente de hechos punibles.

Es curioso, pero todos estos aplausos se los dirijo a gente con las que hasta hace unos días, como se suele decir, no hubiera comulgado, pero es que lo hago porque, aunque tarde, cada vez lo veo más claro. Y creo que no debo ser el único.

Claro, y a este pastel le falta la guinda. Pero hoy no la puedo poner, porque creo que la guinda perfecta sería el APLAUSO para esos jueces, tribunales y fiscales. APLAUSO que será merecido cuando tomen la determinación de coger de una vez por todas al toro por los cuernos. Y al amparo de todas las leyes del estado de derecho imputen, juzguen y condenen con sentencias ejemplares a todos los autores que hubieran podido cometer cualquier delito (que hay muchos) o falta implicados en los casos aludidos en este artículo, sea cual fuera su condición o status.
 
Entonces sí, este pastel tendrá la guinda.



P.D.: Doy por hecho que cualquier persona que lea esta entrada, sabe interpretar bien todas y cada una de mis palabras.
















lunes, 30 de julio de 2012

Vivo por Ella, y se llama ...

Lo cierto es que llevo varios días con intención de escribir, de desahogarme, de poner a parir (igual que hacen ellos) a esos que sin saber, sin fundamentos y con un total desconocimiento del sentido o daño que llegan a tener sus palabras, han suscrito las palabras de una conocida diputada. Sí, esas del "¡Que se jodan!". Y lo han hecho en el mismo sentido, con un total desprecio hacia los funcionarios (una vez más). No voy a defender nada, pues como digo, me tiraría horas y entraría en el mismo juego, y sinceremente, estoy harto. Cada cual con su conciencia.

Estoy harto también, de las críticas a gobernantes de una y otra ideología, culpables de la situación actual los unos y los otros, seguramente todas ellas con razón, pero es que esto aburre. La tortilla dió la vuelta hace unos meses, y claro ahora los que alzan las voces son los que están en la cara de abajo, la que recibe el fuego, en definitiva, la que se está quemando. No han de preocuparse, en tres años (quizás antes, o tras cuatro años más) la tortilla volverá a dar la vuelta y serán otros los que se quemen. Estoy cansado del desorden que está llegando a tomar la sociedad, por culpa, insisto, de unos y de otros. Llevo una temporada que evito a toda costa, siendo consciente de la realidad, entrar en cualquier discusión con temas relacionados con politica, economía o cualquier ideología. Y ahora no lo voy a hacer.

Y para conseguir no entrar en estos trapos, vivo la vida POR ELLA. ELLA me ayuda a evadirme, a desconectar, a reflexionar, a recordar, a añorar, a querer, a amar, a olvidad, y sobre todo a disfrutar.

En el año 1995 Gatto Panceri escribió una canción que ha sido interpretada en varios idiomas y popularizada en el nuestro por los cantantes Andrea Bocelli y Marta Sánchez. Su letra viene a decir:


Vivo por ella sin saber si la encontré o me ha encontrado,
ya no recuerdo como fue, pero al final me ha conquistado
vivo por ella que me da toda mi fuerza de verdad,
vivo por ella y no me pesa.

Vivo por ella yo también,
no te me pongas tan celoso,
ella entre todas es la más dulce y caliente como un beso,
ella a mi lado siempre está
para apagar mi soledad
más que por mi por ella yo vivo también...

Es la musa que te invita...
a tocarla suavecita...
en mi piano a veces triste
la muerte no existe si ella está aquí...

Vivo por ella que me da todo el afecto que le sale
a veces pega de verdad pero es un puño que no duele

Vivo por ella que me da fuerza,
valor y realidad para sentirme un poco vivo...

Cómo duele cuando falta...
Vivo por ella en un hotel...
Cómo brilla fuerte y alta...
Vivo por ella en propia piel...
y ella canta en mi garganta mis penas mas negras de espanto...

Vivo por ella y nadie más
puede vivir dentro de mi,
ella me da la vida, la vivo...
si está junto a mí... si está junto a mí

Desde un palco o contra un muro...
vivo por ella al límite...
en el trance mas oscuro...
vivo por ella íntegra...
cada día una conquista la protagonista es ella también...

Vivo por ella por que va dándome siempre la salida
porque la música es así
fiel y sincera de por vida

Vivo por ella que me da noches de amor y libertad
si hubiese otra vida, la vivo
por ella también... ella se llama música

Yo vivo también, vivo por ella créeme
Por ella también
Io vivo per lei, Io vivo per lei


Pues eso, que también vivo por ella, creanme.