lunes, 31 de enero de 2011

Momentos puntuales de nuestras vidas

Hay momentos puntuales en nuestra vida, en los que uno reflexiona y se para a pensar de lo importante que es vivir el presente. De lo importante que es estar junto a tu "compañera de viaje", junto a tus hijos, o tu familia, o tus amigos.

Hay momentos puntuales en nuestra vida, en los que a uno le pasa por la cabeza tiempos vividos antaño, o en la infancia. Cuando otras personas estaban a tu lado. Basta con cerrar los ojos y recordar. Basta hacerlo para ser consciente de que hay que vivir el presente.

Hay momentos puntuales en nuestra vida, que llega el dolor. Y muerde como un lobo hambriento lo hace a su presa. Y llega donde más daño hace. Entonces el rumbo marcado en nuestra vida se ve cual náufrago en una isla en mitad de un océano. Sin un Norte, Sin un Sur. Y ese dolor es grande. Pero ya es tarde. Porque ese presente vivido junto a un ser querido, ya no es presente en sí mismo, si no pasado.

Maldito límite ese que está entre el presente y el pasado. Ni unas décimas de segundo que se van en un abrir y cerrar de ojos. Al fin y al cabo, son otros momentos puntuales de nuestras vidas. Pero suficientes para que tu viaje, tu destino, cambie de rumbo.