domingo, 5 de enero de 2014

El mejor regalo que uno puede esperar



Estimadas majestades:

Un año más y heme aquí como siempre, en el último momento, en esta mañana de un nuevo 5 de enero, en las vísperas de vuestra visita, plasmando mis peticiones hacia vosotros. Y es que más que pedir, tengo que agradecer una vez más esa generosidad que habéis tenido conmigo.
 
Aunque  sinceramente, empiezo a estar un poco mosqueado y a poner en duda vuestra existencia. Cierto es que durante este año he sido agasajado una vez más y se han visto cumplidas mis peticiones, pero estoy empezando a creer que los verdaderos Reyes magos, no sois los de Oriente. Empiezo a creer que los verdaderos son los que tengo día a día a mi lado, son mis hijos, mi familia, mis amigos… Ellos han sido los que verdaderamente, de algún modo u otro, han colaborado a que haya llegado hasta mí la salud, la sonrisa, los recuerdos, la ilusión, la fantasía, los nervios, la fe…, y todo aquello que me ha ayudado cada día, cada hora, cada minuto…

Pero como quiero seguir manteniendo esa ilusión, quiero creer que habéis sido vosotros quienes habéis puesto en mi vida a todas esas personas que han hecho que mis deseos se hayan visto convertidos en una realidad.

Por eso, este nuevo año, en esta nueva noche mágica, os voy pedir por primera vez que mantengáis y, si es posible y me creéis merecedor de ello, ampliéis esa lista de personas que me han trasmitido todo lo inmaterial que se puede desear y que no tiene precio. Que a través de ellos me llegue todo lo que os pido cada año. Que sean ellos vuestros reales pajes y me dejen cada día un poquito de vosotros. Que sigan estando ahí, para los momentos buenos y para los no tan buenos.

Ese es el mayor regalo que uno puede esperar.

Cake Minuesa a los etarras: "No tenéis hombría para pedir perdón"



4 de enero. En el Café Antzoika de Durango (Vizcaya) casi 70 asesinos de la banda terrorista ETA, exreclusos sí, pero asesinos que han sido liberados en las últimas semanas al beneficiarse del fin de la doctrina Parot, convocan a los medios para emitir un comunicado. Delante de ellos una mesa y cuatro encargados de leer los comunicados. Entre ellos. Uno de los “históricos” de la banda: Antonio López Ruiz “Kubati”. 

 

A la finalización del mismo, que no ha dejado de ser otra reivindicación y otra pantomima más de estos malnacidos, sin que estuviera previsto ningún turno de preguntas, un periodista se ha levantado de su asiento y se ha dirigido a ellos.

Cake Minuesa, director y presentador del programa “Daños Colaterales” de Intereconomía TV, ha hecho lo que ningún políticucho, o magistrado de turno se ha atrevido a hacer. Independientemente a la ideología, al color político, Cake ha hablado como persona y se ha dirigido de frente, a cara descubierta (no como los asesinos, aficionados al pasamontañas y al tiro por la espalda), les ha hablado cara a cara y con toda la educación, con la razón que le da la verdad y la historia reciente, y les ha invitado a pedir perdón en ese momento ante las cámaras.  Ninguno de los casi 70 asesinos ha mostrado su arrepentimiento ni ha pedido perdón, ni lo han hecho ni lo harán, porque son cobardes y les falta esa hombría que les reprochaba el periodista.


Estos casi 70 asesinos, suman la cifra de 309 asesinatos a sus espaldas. 309 víctimas inocentes todas ellas, algunas de ellas niños. Y tienen la desfachatez de presentarse ayer ante los medios con este espectáculo de circo, porque eso sí fue un circo, pero con la única diferencia que lo único que hacéis es transmitir repugnancia. Pero ¿es que nadie va a hacer nada? ¿Es que nadie va a tomar medidas? 

¡Olé tus cojones, Cake! Olé, porque tú has sabido anteponer ante tu profesión tus sentimientos, los de cientos y cientos de víctimas del terrorismo, los de miles y miles de españoles que sentimos lo mismo, y que nadie, absolutamente nadie de los que están a pie de cañón, tampoco han tenido la valentía de hacerlo.