jueves, 24 de diciembre de 2015

Una vez mas... Sois LA FUERZA DE UNO

Diferentes motivos que no vienen al caso, impedían que este año no me llegaran las mismas sensaciones de años atrás. Me costaba llegar, aun intentando poner todo lo que tenía, pero me daba la impresión de que no llegaba. De que quizás este año me iba a costar un poquito más disfrutar de todo.

Pero pasaron las semanas, y al entrar en la sala-auditorio, todo lo que me faltaba iba llegando. No solo esa sala, sino unas instalaciones que por estos días se trasforman en un acumulador de energía bestial. Y te llega el subidón, y no solo tu cuerpo y tu mente se aprovechan de esa energía, sino que cuando ves las caras de los espectadores, sus sonrisas, sus emociones expresadas en lágrimas, levantados todos, bailando, moviendo sus brazos, coreando, sus aplausos… Sus palabras al final de cada pase, palabras de agradecimiento, de reconocimiento, de sensaciones, de sentimientos, todas positivas. Me empezaba a llegar esa energía a través de todos, de los de aquí, los del escenario, camerinos, bambalinas, pequeños y grandes… Y de los de allí, de ese público que ha querido ser testigo y dar fe de ello. Y de los del más allá, de esas almas que están en algún lugar del universo, que dejaron este mundo solamente de manera presencial, pero siguen estando espiritualmente entre nosotros.

Ahora es hora de asimilar todo lo vivido estos últimos días. Y lo habéis vuelto a hacer. Habéis conseguido que remonte el vuelo y me levante cada día con esa energía y ese espíritu que solamente vosotros sabéis transmitir. Sois los culpables, de que a pesar de ser hoy un día para pasar en familia, me sienta un poco huérfano. Porque me falta toda la intensidad de estos últimos días. Me falta la intensidad, pero tengo la energía…. A tope. Sois la leche. Y como dijo ayer Manu, y no es nada nuevo: sin esperarlo, me llevo muchísimo más de lo he podido ofrecer, y lo mejor de todo, me lo llevo a cambio de nada.

No voy a citar a nadie. Porque sois todos los que formáis esta gran familia de Siguiendo tus Pasos que nos hemos vuelto a reunir estos días con un único propósito: el de hacer un poquito más felices a la gente de aquí, y un poquito más felices a los niños de Uganda. Y me consta, que se ha conseguido. Una vez más, compartir estos días con vosotros ha sido la mejor forma de comenzar las fiestas navideñas.


Ayer se cerró el telón. Se cerró un capítulo de esta historia. Noche de despedidas. Hasta luego, hasta la próxima o hasta siempre,… ¡quién sabe!.  Lo único que tengo seguro es que sois y seréis parte de mí y de mi familia.


Una vez más, gracias, gracias y gracias a quien en su día nos abrió las puertas. Muchas gracias a todos y cada uno de vosotros. Sois grandes… Sois Siguiendo tus Pasos…. Sois LA FUERZA DE UNO.

martes, 13 de octubre de 2015

Entre todos, tenemos que evitarlo

12 de octubre, día de la Fiesta Nacional. Con independencia total a colores azules, rojos, morados o naranjas, a ideales políticos de uno u otro extremo, todos los españoles deberían sentirse orgullosos de serlo, dejando al margen por unas horas todos los motivos que nos causan crispación cada día. Un solo día, todos unidos por unos colores, una bandera, una patria.

Pero este 12-O, no fue día de celebración para algunos. Desde la diarrea mental del polémico Willy Toledo, en su perfil de una red social,

O para la alcaldesa de la ciudad de Barcelona, que intenta buscar la paja en ojo ajeno, y no ve la viga en el suyo propio. Que estamos hablando de Barcelona. Que estamos hablando de la sra. Ada Colau. Mire primero en su casa, y luego pase por la del vecino.

O para este otro podemita chirigotero que han puesto al frente de la ciudad de Cádiz, que reniega de la historia, no solo de la reciente (que sería lo normal), sino de la de hace cinco siglos. El tal Kichi que ayer dijo “Nunca descubrimos América, masacramos y sometimos un continente y sus culturas en nombre de Dios”. Pobre hombre. Bueno no; mejor dicho, pobres gaditanos.

Y como no, el gran Pablo Iglesias. Claro que a este se le está viendo el plumero cada vez más. Primero, alimenta una falsa polémica, manifestando que desde Casa Real no había sido invitado a la recepción oficial del día 12, cosa que desmintió Casa Real, confirmando que se había enviado un correo electrónico y así había sido confirmado posteriormente a través de llamada telefónica. Entonces ya no tuvo prisa en saltar a las redes sociales a desmentir su afirmación y reconocer su error. Pasadas unas horas atribuyen el error a una revisión de correo, pero no habla en ningún caso de que desde el primer momento declinaron la invitación. Un candidato que aspira a ser presidente del Gobierno de España. Él en su línea. Y para ponerle la puntilla, en su programa La Tuerca, al mismo tiempo que finalizaban los actos conmemorativos del día de la Fiesta Nacional, rescatan un rap para insultar a la “puta madre patria”

Por cierto, un ¡olé! por la mascota de la Brigada de la Legión “Rey Alfonso XIII”. “Pablo”, un joven chivo (cría de la cabra), que supo estar a la altura, no como su tocayo.

Tiene narices el asunto, que todas estas mezquindades provienen de seres que han “chupado”, “chupan” o “pretenden chupar”  del estado, por ende de la Patria, esa de la que reniegan. 

Estos señores se tenían que haber paseado ayer por las calles de Madrid. Repletas de personas de muchas nacionalidades y de muchos lugares de España. Teñidas de rojo y gualda. Le pueden preguntar a la sra. Carmena, que hay que reconocer, que al menos ha sido de las pocas podemitas que han sabido estar a la altura, y eso hay que reconocérselo.

Lo cierto es que no entiendo porque tenemos que ser tolerantes con estos personajillos que ofenden continuamente a España. Esto tiene que acabar. Con sus ofensas, insultan a todos los españoles, y esto cansa. Hay que cortarles. Hay que atarles. Si quieren defender sus ideas, que lo hagan, y serán respetadas, pero siempre dentro de un clima de respeto y tolerancia. Se están subiendo poco a poco, y se les está permitiendo. Ese es realmente el problema: que desde instituciones o poderes públicos se les está permitiendo. 

Ese derecho a la libertad de expresión de la que gozan al amparo de la Constitución de la que blasfeman, es el que se amparan para insultar, vilipendiar, transgredir,… en definitiva, atropellar el resto de los derechos de los demás ciudadanos garantizados en el  capítulo 2º del Título I. Si no están conformes y si no saben tener respeto por los demás, váyanse ustedes. No están obligados a pisar esta tierra. Es más, no lo merecen, por que no respetan la voluntad, ni la ideología, y lo que es peor, las libertades de los demás. Uno cosecha de lo que siembra, y sus cosechas no van por buen camino.

Tenemos que estar orgullosos de nuestra Patria, de nuestra España, de todas las páginas de historia que ha escrito. Yo me siento orgulloso de ser español. Me siento orgulloso de mi bandera. Orgulloso de portarla conmigo las 24 horas del día. Orgulloso de esa bandera, de la que muchos solo se acuerdan cuando se gana algún título europeo o mundial de fútbol. Orgulloso de mi Himno, signo tangible de alianza, que me hace sentir la emoción interior de ser español, porque es una de las cosas que solamente es capaz de recordar nuestra alma y no nuestra memoria.  Un himno que nos hace recordar aquel tiempo en el que la voluntad de los españoles no tenia límites, por que las obligaciones y las metas que se marcaban, tampoco las tenían. En definitiva, orgulloso de estos signos a los que he respetado, respeto y siempre respetaré en todo momento, que hacen que las personas sepamos quienes y qué somos. Con independencia del partido político gobernante. No se trata de fachas ni de rojos. Se trata de defender lo que es nuestro. De todos. Y quien me tache de facha por ello, consigo lo lleva. 

“Los pueblos que olvidan su historia, están condenados a repetirla”. Y entre todos, tenemos que evitarlo.


P.D.: Al amparo del derecho a la libertad de expresión, que bien conocen y practican ustedes, me cago en la pxxx mxxxx de todos los que así piensan y así se expresaron (Willy Toledo, Colau, Chiky, Iglesias, Bardem, Évole, etc....)

miércoles, 19 de agosto de 2015

Lo tuyo, contigo lo llevas.

Hace mucho tiempo que no escribía por aquí, y desde hace algunos meses estaba buscando el momento de retomarlo. Quizás ese momento haya llegado hoy, buscando de esta manera la mejor forma de liberar mi ira.

Siempre he creído que el tiempo nos pone a cada uno en nuestro sitio. Nos coloca en el lugar que la vida nos tiene reservado y al que estamos predestinados, solo por el hecho de que así lo hemos forjado nosotros mismos. Y creo que eso de vivir historias irreales pertenece solamente al mundo de la fantasía, de los cuentos,…

Ese sitio que, como digo, nos hemos forjado, lo hemos ido modelando con nuestro día a día, con nuestros valores personales. Y a veces tarda, casi siempre, pero todos llegamos a él. Y en él no cabe máscara ninguna porque, para fortuna de algunos y desgracia de otros, nos lo hemos construido nosotros mismos.

Nadie somos perfecto y quien cree lo contrario, desde luego, buen camino no lleva. Cada uno tenemos nuestros valores personales, bien porque así nos lo transmitieron nuestros padres, o por que los hemos ido adquiriendo en base a experiencias vividas o conocimientos adquiridos. Valores como pueden ser la fe, la honestidad, la bondad, la humildad, la lealtad, y un sinfín seguramente innumerable. De este modo, cuando uno toma decisiones que son consonantes con sus propios valores, uno se siente bien, y cuando esa decisión es incongruente, ocurre todo lo contrario.

Así, el propio ser humano, por naturaleza, crea su propio círculo de amistades en el que cuida de rodearse de personas que suelen compartir mismos valores. Pero la vida, es la vida; y entre esas zancadillas que nos suele poner de vez en cuando, también nos pone a personas con las que no compartimos absolutamente nada. En mi caso, así ha sido, y afortunadamente se pueden contar con los dedos de la mano. Quizás en lo profesional tocó apechugar con ello en más de una ocasión, y saber llevarlo lo mejor posible, porque no quedó otra. Pero en lo personal, cuando te rodeas de una persona que une egoísmo, maldad, falta de honestidad y mucha hipocresía, lo mejor es apartarla, e impedir que intoxique tu bienestar. Y mira que en numerosas ocasiones he hecho de tripas corazón. Pero se acabó.

¡Enhorabuena! Lo has conseguido. No quiero en mi mundo a una persona que me hace daño, a mí o a los míos, que sabe que lo hace, que se jacta y que disfruta de ello. Y te doy las gracias porque me he liberado, y no lo siento para nada. Quizás por alguna de las personas que nos unen, que no ven, no quieren ver, o que tienen más paciencia que yo. Y no te voy a desear ningún mal, no. Porque como dije al principio, afortunadamente la vida nos pone a cada uno en nuestro sitio; así me lo ha demostrado hasta ahora. Y cuando te llegue, para ti va a ser una desgracia. Y no pierdas más el tiempo conmigo, porque mi vida sigue, por fortuna, rodeado de muy buena gente. Lo tuyo, contigo lo llevas.